Verde, blanca o incluso rosada, la arcilla está llena de virtudes para purificar, suavizar y sublimar la piel. Descubre en este artículo los beneficios de las mascarillas de arcilla para la piel.
La arcilla no está relacionada únicamente al cuidado e hidratación de pieles grasas. Contrariamente a lo que se cree, la arcilla se puede aplicar como mascarilla en todo tipo de pieles: grasas, pero también mixtas, secas e incluso sensibles. De hecho, la arcilla verde, blanca o rosada tiene muchas propiedades y beneficios específicos, por lo que depende de ti escoger la que más se adecue a tu tipo de piel.
ARCILLA VERDE: LA MASCARILLA PARA PIELES GRASAS Y CON TENDENCIA AL ACNÉ
La arcilla verde es la arcilla más conocida y más utilizada, y es precisamente la que hace creer erróneamente que la arcilla es estrictamente utilizada solo en pieles grasas.
Gracias a sus propiedades depurativas y ásperas, es el ingrediente activo natural imprescindible para limpiar en profundidad la piel y cerrar los poros en las pieles grasosas. Exfolia la epidermis y elimina las impurezas de la misma. Además, gracias a su composición rica en minerales (calcio, cobre, zinc, hierro, sodio y potasio), regula la producción de sebo y reduce las imperfecciones. Por todo esto, la mascarilla de arcilla es el tratamiento perfecto para pieles grasas y con tendencia acneica.
Modo de empleo: Aplica la arcilla verde espesa en tu piel y déjala durante 10 minutos sin que se seque por completo (humedécela de vez en cuando). Enjuaga bien con agua fría o tibia y termina con una crema hidratante si sientes que la piel está un poco estirada. Las mascarillas de arcilla verde las venden en una versión lista para utilizar, aunque también puedes optar por un clásico bricolaje en el que tendrás que mezclar polvo de arcilla verde con agua.
Frecuencia recomendada: una o dos veces por semana.
ARCILLA BLANCA: LA MASCARILLA PARA SUAVIZAR Y NUTRIR LA PIEL SECA
¿Tienes la piel seca y con picazón frecuentemente? También puedes utilizar una mascarilla de arcilla, pero blanca, la cual es menos absorbente que la verde. Gracias a sus propiedades calmantes, antisépticas y cicatrizantes, calma y reduce las irritaciones y las rojeces de la piel. Además, rica en sales minerales (hierro, zinc, magnesio, potasio) suaviza la piel y nutre la epidermis.
Modo de empleo: para una mascarilla que sea purificante e hidratante al mismo tiempo, agrega agua floral a la arcilla blanca. Déjala actuar durante 15 minutos antes de enjuagar. Ojo, en el caso de que apliques una mascarilla casera con arcilla blanca, la arcilla nunca debe entrar en con contacto con un metal, por lo tanto, evita cucharas y recipientes de metal, utiliza plástico o madera.
Frecuencia recomendada: una o dos veces por semana.
ARCILLA ROSA: LA MASCARILLA PARA CALMAR Y REAVIVAR LA LUMINOSIDAD DE LA PIEL SENSIBLE
Para pieles sensibles y reactivas, la ideal es una mascarilla de arcilla rosa. Es una sutil mezcla de arcilla roja y blanca, por lo que combina los beneficios de estos dos tipos de arcilla. Rica en oligoelementos, es una de las arcillas más eficaces en el proceso de regeneración de las células epidérmicas.
También es purificante, suavizante y limpia profunda pero suavemente la piel más delicada. En versión mascarilla, es un tratamiento calmante ideal para pieles con rojeces difusas. Finalmente, la arcilla rosa reaviva el resplandor de la piel apagada o cansada y actúa como un verdadero revelador de la tez, por lo que te proporcionara en la piel un efecto de brillo saludable.
Modo de empleo: aplica una capa gruesa de arcilla rosa y déjala actuar durante 10-15 minutos antes de enjuagar con agua fría o tibia.
Frecuencia recomendada: una o dos veces por semana.